íntima/doméstica

Barrosa Barroca

Dicen que mi tío Lolo Fernández
A mi papá
Le había dicho:
‘Oye Epifanio,
te vendo esa mi vaca amarrilla,
a la que llaman Barrosa’

Cuando ya estaban hablando del precio
Mi mamita le había dicho a mi padre:
‘la vaca está hueso y pellejo
no pagues mucho’

Tiempo después mi papá se quedó
En alguna puna incógnita

Y ya en Huachipa
Cuando tomaba a veces
mi tío empezaba a pelear con mi mamita
diciéndole:
‘eres mala
no me pagaste el precio de mi vaca’

Mi mamita no contestaba nada

Mucho tiempo después
Para que no se peleen entre hermanos

La Barrosita se desbarrancó en Huaracco

Entonces mi bisabuela mamá Felico
En Condorchallay de Aymaraes

Nos mandó toda la carne
medio olorosita
Y con sus gusanitos

Limpiamos los gusanos
E hicimos charqui

Y mi mamita
Preparó una sopita de maíz
Y un olluquito con charqui

Y le hizo comer a mi tío
Hasta que se llene
Y se le hinche la panza como obispo

Y dijo que nunca más
Le volviera a hablar de la Barrosa

Pasado el tiempo

Cada vez que hablan de la poesía barroca
–Bastantísimo de todas maneras fíjate–
Me acuerdo de mi Barrosita

Será porque en los nuyures no hay charqui
Ni cochayuyo
Y en el feis sólo escucho el waka taki
la Huaca es poesía.

Mi tío torero poeta era
Y mi vaquita Barrosa tal vez literata

Si pues sipas

Patibamba urayninpi
Huambarqa chutarayachkan
Mana Adelaininta
Aqawasipi aypayta atispa
Imarayku si pues sipas
Siminta
Maski tinaja qayllanpi harawiq kananta
Chakichinki
Wayra umalla rumi patanpi
Llunlullaña
Loqlollaña rimaykustin
Mana uma poesia
Mana runa
Unay uno
Iskay yaku
Qakuchi niñacha
Chicharunniykita munachkani
Chay chaykita
Wankarani kachichayoq
Kachi kachicha
Gustupaqa aswan katillanoman tiqraykusun
ima simipipas
Upallalla
Llullu llullucha
Wayqokunapi takipakuq
Takierto nispalla
Awer niway
Aysariway
Wakachuta
Pikichaki
Tunas qayta
Leche timpu
Waytapallana
hanay orqupi ruwachanki

Deja Madrecita

Estás lavando otra vez madrecita
no laves ahora que está lloviendo
que para agua ya hay mucha
y para tus penas hay bastante ropa sucia
y días sin lluvia
no refriegues más ropa ahora
deja de frotar esa piedra que no son tus penas
no lastimes más tus manos
deja que son sólo trapos sucios
no mi castigo
deja madrecita
te pido
que tu llanto se hace agua espumosa
y hay un olor opresivo que me acosa
deja
no exprimas más que no son tus penas
abandona esa piedra desgastada
que no guardará tus quejas
no le hables más
deja madrecita
que la lluvia aún no se ha ido

52

amanecí lluvia abundancia libertad
atada solamente por las fajas
que dan forma femenina a mi cuerpo suena igual que el aguacero
mi respiro mi cuerpo
montaña de los antepasados en florecimiento en mi alma el alma de
uno de mis finados alma jaguar que siempre me encuentran
es mi abuela que ha venido como agua de lluvia
trayendo noticias de las mujeres canciones por miles de años
calladas es ella muy dentro
mujer guerrera en demasía

Éxodo

La niñez
pasea con el abuelo
en el final de su tiempo

mis pies
inauguran calzadas en el monte

y el éxodo comienza

¿Hasta dónde caminar?
¿Qué comer?
¿Qué darle a los niños?
¿Qué de vientres virginales?
violados en días sin luz?
¿Qué de las vidas germinadas
entonces?
¿ Dónde sus nombres?

Las verdes ojas de coca
recorren ciegas
y esconden
en el pajonal
sus andares

Las mujeres
resisten sus penas
son el filo de un hielo
sin retorno

Los ojos pequeñitos del molle
cobijan inocencia
temerosa
avanza mi legión
legitimando el despojo

Y todos
caminamos
en ruecas lastimadas
hilando desconciertos

Mundo del silencio, Mundo del vacío

Desconocidos caminos
llevan mis delirantes pasos
buscándote
hermano desaparecido

Para quien
penitente camina
piedras y espinas
alfombras son

En los andares de caminos rocosos
desde el fondo de surco seco
que regué con lágrimas
va naciendo una flor

Como el sol
que apaga su luz
después de sus andares
abatida por esta gran pena
espero
que salga
la madre
luna.

Sin descansos
encargo al viento mis penas
sobre la piedra
para que las guarde
en el mismo corazón
de la roca

¿Dónde estarás querido amigo?
¿Dónde, paisano mío?
¿Dónde estás hermano querido?
¿Quién te llevó a viva fuerza?

Aves agoreras me dicen
que tus huesos
flotan en ríos de sangre
que en espinas quedaron
enredados tus cabellos

(Canto)
“Ay tuytunki
yawar nayupis
tuytunki”

Me dicen también
que ahora no solo
existen cielo, tierra e infierno.
Me dice que del herido corazón
de Ayacucho
nació un mundo
desconocido.
El mundo
del vacío

Quienes tanto amas
han sido espoleados
vendados los ojos
al río de aguas pardas
que corre en las entrañas
de la tierra

Desfallecida por la negra sentencia
de la enlutada lechuza
sentí posarse en mi hombro
un colibrí de alas doradas-
Ese ave que jamás vuela por las noches
me cantó al oído
diciéndome

Su nombre
no se va apagar
no se hará cenizas
mientras que tu corazón
y tu alma con fuerza
se aferren a él

Ha de volver
abrazado de estrellas
con la luz del sol
a la sombra de la luna.
Ha de volver

Ponerte de pie precisa
nunca de rodillas
humillado jamás, Madre.

Haremos parir
ese mundo
del vacío
en el renovado aliento
de esperanzas

Para que nunca
Jamás
nadie
traiga de vuelta
la desgarradora muerte

Desatando el enovillado hilo
tomo todas las fuerzas
sin mirar atrás
y me pongo
de pie

Es mi grito
¡Vuelve! ¡Vuelve!

Yo corazón de mujer
madre de todas las madres
oigo el llanto desgarrador
diciéndome

Une madre mis pies, mis dedos
cortados por negras manos
devuelve mi cabeza
mis brazos

(Canto)
“Colibrí alas
de oro
Dónde estás?”

Aquí estoy estoy
Esperándote madre mía
aquí mismo
cerremos con mis alas
y para siempre
ese mundo del vacío
que nunca más se trague
a tus amados
hijos.

(Canto)
“Vamos caminemos madre
busquemos a tus hijos”

Renacerá la vida
vendrán mejores tiempos

Así ha de ser.
Asimismo.

¿Quién soy?

En el fulgor de la luz busco mi sombra,
al verme tiemblo,
y en silencio escucho
tu corazón.

En las barbas del sol
se queman mis sueños.
Cenizas de colores del firmamento
me cubren hasta llegar la noche.

La fuerza de las montañas
sin piedad me abandonan.
Con lágrimas saladas
lavo mis efímeros rastros.

Danzando con gozo infinito
te espero.

Ya sabes ahora
¿quién soy?