Gloria Cáceres Vargas

Gloria Cáceres Vargas

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Gloria Cáceres Vargas nació en Colta - Ayacucho. Cuando tenía siete años emigró con su familia a Chosica. Su infancia y adolescencia estuvo marcada por los viajes anuales que hacía a su pueblo durante las vacaciones. Cada viaje fue un rencuentro con la lengua y cultura quechua. Fruto de estas experiencias constituye sus obras poéticas y narrativas. Ha publicado los siguientes libros: Riqsinakusun, Conozcámonos (1996), Munakuwaptiykiqa. Si tú me quisieras (2009) Wiñay suyasqayki. Te esperaré siempre (2010) y Yuyaypa K’anchaqnin. Fulgor de mis recuerdos (2015). Ha traducido al quechua Warma Kuyay y otros cuentos de José María Arguedas (2011). Tiene relatos y poemas bilingües inéditos, así mismo traducciones del quechua al español o viceversa de escritores peruanos y universales.

Fue profesora principal en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle- Lima, en la que desempeñó diferentes funciones académicas. En Francia enseñó la lengua quechua en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales –INALCO (1999–2005). Trabajó en otras universidades de Paris, como La Nouvelle Sorbonne y la de Cergy Pontoise (2001– 2005). Posteriormente trabajó en el Ministerio de Educación en la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe y en la Universidad Peruana Unión – Ñaña (2012– 2015). Últimamente ha participado en diferentes congresos nacionales e internacionales relacionados con la creación literaria en lengua originaria. Actualmente su quehacer está orientada a la traducción del quechua al español y viceversa asimismo del francés al quechua o español.

Otras obras del autor/a

El chirrido del tren

Oigo el chirrido del tren
que viene de lejos
perturbando
mis dulces sueños.
Llevándome al serpenteo
de sus vías accidentadas.

El chirrido se perdió
En la noche oscura.
Solo el canto del río hablador
con sus golpes furiosos
como golpes del alma
vienen presagiando pesares.

Como alaridos del tiempo
oigo los ecos y suspiros
de mi alma atormentada.
Busco zafarme
de estas bridas
que me atan a la nada.

¿Dónde encuentro un amor
para asirme a él?

¿Quién soy?

En el fulgor de la luz busco mi sombra,
al verme tiemblo,
y en silencio escucho
tu corazón.

En las barbas del sol
se queman mis sueños.
Cenizas de colores del firmamento
me cubren hasta llegar la noche.

La fuerza de las montañas
sin piedad me abandonan.
Con lágrimas saladas
lavo mis efímeros rastros.

Danzando con gozo infinito
te espero.

Ya sabes ahora
¿quién soy?