Yana Lucila Lema Otavalo

Yana Lucila Lema Otavalo

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Comunicadora social, videasta, traductora, gestora cultural, poeta y narradora kichwa Otavalo. Colaboró en organizaciones indígenas como la CONAIE, ECUARUNARI y CONFENIAE.  Obtuvo el premio al mejor video de Medicina Tradicional en el III Festival de Cine y Vídeo de la Primeras Naciones de Abya Yala, CONAIE, 1999; el reconocimiento Publicación, en la modalidad testimonio escrito, en el concurso Mujeres Imágenes y Testimonios,  Colectivo Mujeres, Imágenes y Testimonios, 2000; reconocimiento por la participación  en la 1ra Bienal Continental de Artes Indígenas Contemporáneas, México, 2013; el reconocimiento “Árbol de la Vida” al trabajo de promoción cultural, Asociación de Escritores Indígenas de México, Génova, 2015. El reconocimiento “Mujeres del Bicentenario 2020”, por la contribución a la sociedad, Municipio de Guayaquil. Organizadora de cuatro ediciones del Festival de Literaturas de Abya Yala “La Fiesta del Maíz”. (2012-2016). Organizadora de la primera Micro feria del libro indígena Bibliopawkar, Peguche, 2017. Compiladora de las antologías de poesía de las nacionalidades indígenas del Ecuador: Hatun Taki, Poemas a la Madre Tierra y a los Abuelos (2013) y Chawpi Pachapi Arawikuna, Nuestra Propia Palabra (2015); de Ñawpa Pachamanta Purik Rimaykuna, Antiguas palabras andantes, 2016. Premio Nacional Darío Guevara Mayorga a la mejor obra publicada en la categoría cuento infantil, otorgado por el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, 2016, con su obra “Chaska”. Ha publicado el poemario personal bilingüe (kichwa-castellano) Tamyawan Shamukupani, Tujaal ediciones, 2018. Actualmente se desempeña como docente de la Universidad Central del Ecuador.

Otras obras del autor/a

Deja Madrecita

Estás lavando otra vez madrecita
no laves ahora que está lloviendo
que para agua ya hay mucha
y para tus penas hay bastante ropa sucia
y días sin lluvia
no refriegues más ropa ahora
deja de frotar esa piedra que no son tus penas
no lastimes más tus manos
deja que son sólo trapos sucios
no mi castigo
deja madrecita
te pido
que tu llanto se hace agua espumosa
y hay un olor opresivo que me acosa
deja
no exprimas más que no son tus penas
abandona esa piedra desgastada
que no guardará tus quejas
no le hables más
deja madrecita
que la lluvia aún no se ha ido

52

amanecí lluvia abundancia libertad
atada solamente por las fajas
que dan forma femenina a mi cuerpo suena igual que el aguacero
mi respiro mi cuerpo
montaña de los antepasados en florecimiento en mi alma el alma de
uno de mis finados alma jaguar que siempre me encuentran
es mi abuela que ha venido como agua de lluvia
trayendo noticias de las mujeres canciones por miles de años
calladas es ella muy dentro
mujer guerrera en demasía

43

Todo fuimos
todo somos
esto somos
—tuvimos madre tuvimos padre
ellos pusieron sobre nuestras cabezas agua de flores
flores de colores maravillosos como bienvenida
ellos nos nombraron
con nombres de dulces aves de feroces pumas
de terrible rayo
de lejana estrella
nuestros nombres en cada montaña
en cada piedra
en cada arroyo
nuestros nombres son palabras para no irnos jamás—
dicen que ha dicho tayta Otavalo a los niños