Cochabamba

El amor de una mujer

Mi amado está llegando
para él me engalanaré
con mi blanca enagua
mi pollera colorada
mi manta verde
y mis trenzas negras.

¡Mírame! ¡Mírame!
dando vueltas como una rueca,
como un pimpollo en flor
me estoy adornando
para ti mi amor.

¡Cuidado amor mío me estés engañando!
¡Cuidado amor mío me hagas llorar!
No vayas mi corazón a lastimar
No vayas mi boca a envenenar
¡Mírame! ¡Mírame! contenta estoy
Mi amor para siempre te lo doy.

El Arcoíris

Ruidosamente la lluvia está llegando
la chacra se llena de frescor
los árboles se mecen sensuales a la lluvia
los cerros comienzan a soltar desde lo alto
sus brillantes cabellos de plata.

—Yo también, quiero jugar con la lluvia
salpicando el agua correteo
de pronto en el cielo veo
¿Qué es aquello que está brillando?
con sus colores mis ojos está alegrando?

“Observa bien, me decía mi abuela…
el sol con los colores está jugando
para ello, la tierra de muchos colores hay que adornar”
Mirando los sembradíos me decía mi abuela:
“De verde, de rojo, de amarillo, de rosado
de azul, de naranja, de morado…
Y la Madre Tierra se alegrará
con el agua de la lluvia
con el calor del sol
y el amor de los hombres
el arcoíris creará.”
Me decía mi abuela…

Lluvia suave, Lluvia buena

La lluvia está llegando
el cerro está tramontando
soplando junto al viento
lluvia suave de gotas finas
a la Madre Tierra está despertando.

Levanto mi rostro
la recibo con plenitud
su agua clara me acaricia
¡Qué alegría! Me llena de risa.

¡Que llueva para los gusanitos!
¡Que llueva para los gusanitos!
Canta alegre el pájaro chiwanku
El también, la lluvia está llamando.

¡Klack! ¡klack!
La rana María en el charco está cantando
Junto a la lluvia al sapo está esperando.
Lluvia suave, lluvia buena
la Madre Tierra en su regazo te recibe
en sus ríos corres
en sus mares te almacena.

¡Llueve! ¡Llueve! suplica el maíz
su espiga cobriza te ofrece
sus dientes blancos te sonríen.
¡Tack! ¡Tack! ¡Tack!
Gotas finas acarician en la chacra el maizal.
Lluvia suave, para todos lluvia buena.