Ayacucho

La agonía del dansaq

Gran bailarín y aguerrido danzante de tijeras,
Fortalecido con las fuerzas de nuestras tierras retoñabas como la vegetación abundante
Vigoroso y agilito caminabas en aquellos tiempos del resurgimiento andino
Tu presencia y tus pasos en la plaza ya brillaban como la mañana que resurge de la noche
Como el nuevo día que aparece desde la aurora irradiaba tu carita en el firmamento
Hasta tu aliento despertaba nuestros corazones dormidos
Desde los tiempos remotos ordenabas nuestras costumbres milenarias
Ya sea en el frío, en el calor o en las heladas defendías nuestras danzas
Hacías aparecer a los nuevos bailarines como el relámpago brillante
Excluías a quienes dañaban nuestra cultura para que el hombre andino se levante
Con tu presencia alegre opusiste resistencia al castigo ajeno
Venciste a los que nos desarraigaban y te fuiste bailando como la brisa suave
Dando vueltas enseñoreadas hacías retroceder a los extranjeros para que ellos deliren de miedo
Aún en la agonía de tu corazón, bailabas el canto del triunfo.

Hacías brillar la obra de nuestros abuelos como el agua limpia de los rocíos sonrientes
Nuestras danzas retumbaban como el río estridente de los inviernos
Para que nuestras querencias perduren hasta la eternidad.

Fortalecido todavía con el aliento vibrante de nuestra madre tierra
Hasta temblando de las amenazas extrañas mantenías viva la esencia de nuestros pueblos
Hasta en las épocas de escasez te levantabas bebiendo tu saliva agria
Hasta en los tiempos de la destrucción estabas resistiendo la imposición foránea
Calmaste a nuestros rebaños en la oscuridad cuando estaban perdidos
Hasta en el borde de la muerte, tu corazón agonizante no se apagaba
Más bien resurgías aguerrido contemplando las cuestas empinadas
Para que las nuevas generaciones continúen practicando tu baile milenario.

Danzante mágico y ataviado de colores,
Irradiando como las estrellas resurgías desde las nubes densas
Cuando aparecías por arriba o por debajo de las cumbres
Tus hermanos y tus hijos a tu encuentro llegamos
Para bailar con un solo sentimiento y un solo corazón
Todos alegres estamos presenciando el retorno del gran día
Hasta los sufrimientos y la escasez de alimentos se esfumaron
Y los pueblos hermanados en este encuentro estamos cantando en tu nombre
Hasta nuestros gritos como el sonido del río está alegrando a todo el pueblo
Ahí no más juntos reunidos estamos bailando de alegría
El sufrimiento del dansaq en este mundo hace brotar una nueva vida para todos.

El Misitu de Arguedas

Tayta Arguedas,
desde el hanan pacha estás contemplándonos
que esta noche de relámpagos estamos bailando y entonando
tu canto de toro velay que vibra en nuestros corazones
Mientras tu melodía en honor a tu Misitu estremece en la voz de la multitud,
nuestros comuneros cerca del wamani Qarwarasu ya están anunciándote
Ahora mismo la chicha y coquita están ofrendando
Para que les conceda la salida de tu Misitu.

Desde la pampa Qoñani tu Misitu se erige con sus ojos azulados
como el puma que asecha a su presa
Desde su morada, tu illa se prepara para defender su manada
y mueve su cabecita a nuestro tayta wamani como preguntando su destino.
Al ritmo de los zurriagos y el chillido de los waqrapukus
tu Misitu inicia su danza mágica en la explanada de su querencia.
Caminando entre los pedregales y pajonales se refleja en el agüita del puquial
Avanza y retrocede como invitando al compás de su baile enseñoreado
El ayer y el hoy se reencontrarán en esta linda convivencia
para abrirse a un nuevo resplandor.

Qué aguerrido y bravo tu Misitu nos miraba para un costadito
hasta su cola despampanante flameaba como los zurriagos del ganadero
hasta sus cuernos puntiagudos como el arco iris estaban brillando
a quién corneará cuando mañana juegue en la plaza del toril
De quién su sangre beberá para alimentar sus entrañas.

Cuando la melodía del waqrapuku resuena en el pueblo
Lleno de furia y coraje tu Misitu ingresa a la plaza de toros
Con qué fuerza respira y brama frente a los espectadores enmudecidos
Pisotea, corretea y se prepara para embestirlos como al diablo.
Con sus pasos y movimientos revive nuestra yawar fiesta.

Tu canto del toril aviva nuestra querencia, tayta Arguedas
Con el arpa y el violín entonando estamos en la tierra que engendra tus sueños
y tu Misitu disfrutando la gran celebración con tus hermanos forjadores.

Tayta Arguedas,
Tu Misitu adornado con su enjalma multicolor volverá a su estancia
Embriagado con nuestra música y los cantos de despedida
Rejuvenecido y fortalecido se enrumba por la senda para ingresar a su morada
Qoñani cual madre cariñosa abre sus brazos para abrigar a tu Misitu
Ahí mismito vivirá retoñando nuestra cultura.