Diáspora Quechua

Kawsaq

Aprisiona mis carnes si quieres,
Hiere mi corazón si quieres,
Arranca mi cabellos si quieres,
Ata mis manos y pies si quieres.

Tal vez, tal vez no pares
hasta ver que mi cuerpo se descomponga.

Si va a ser así, sólo mis gusanos me llevaran
hasta mi madre Pachamama.

¡Andaré también ahí!
Alimentaré a los árboles
con mi piel podrida.

Sí, generaré frutos en cualquier yerba
para que mis hermanos
para que mis hermanas se alimenten.

y entonces mis hermanos
y entonces mis hermanas
se fortaleceran aún más
con mi renacimiento.

Y así mismo
gritaré en la voz de mi hermano y hemana:

Sí! Soy Quechua
Sí! Soy Aymara
Sí! Soy Mapuche
Awajun!

¡Hazme lo que quieras!
¡Hazme lo que quieras!

Pero, jamás
me quitarás
quien soy.

Ch’awiyuyu mama

Hierbita linda,
de florcita amarilla,
de pollerita verde,
bonito creces sobre los ríos,
con el calor del sol,
a la sombra de la luna.

Alegre creces
como mis huahuas,
con las gotitas de la nube
y con mi cariño también,

linda mujer,
bonito naces
desde la tierra,
con tu sombrerito amarillo
y tu pollerita verde.

Mujer con gracia,
nunca me faltas,
como ch’uñu mama,
todo el año creces
como mi huahuita.

Cuando ya nada crece,
cuando todo se marchitó,
con tus gotas de rocío
limpias la carita de mis huahuas,
y tus hojitas verdes
bonito nos das de comer,
con sabor a hierbabuena.

Cada día,
con tu tallo blanco,
llenas nuestra negra pancita,
por eso alegres jugamos
en la orilla de los ríos,
con la barriga bombo bombito
con la pancita t’iqi t’iqicha.

Reina silvestre,
que bonito creces
como mi huahua,
con sombrerito amarillo,
con pollerita verde,
con el calor de inti tayta
con mi cariño también.

Si mi amor me abandona,
olvidando sus huahuas,
mirando tus hojas
con las barriguitas t’iqi t’iqicha
con la pancita bombo bombito
ya nunca lloraría.